...de Ushuaia a Alaska, allá vamos, porque a pesar de las diferencias, todos somos iguales.

martes, 12 de abril de 2011

Nevada de verano

Nuestro siguiente destino no era nuevo para nosotros, al Calafate habíamos ido en nuestro primer viaje juntos. Como nos habíamos quedado con las ganas de estar más tiempo contemplando el gigante de hielo decidimos repetir y ver si podíamos conocer algo más, fue una buena decisión que comprobaríamos más adelante.

La llegada por vía terrestre fue la primer buena diferencia que encontramos con nuestra visita anterior, la llegada en avión es muy linda pero entre tanta estepa uno no puede distinguir lo variado del paisaje, esta vez, desde Río Gallegos y a bordo de la Westy nos encandiló la llegada desde las montañas cercanas. Empezamos bien.


La llegada a Calafate, el viento huracanado no se ve mucho en fotos.


A penas pasamos por el centro de la cuidad y fuimos al Lago Roca que queda camino al Parque Nacional, acortábamos camino para el día siguiente y de paso íbamos a dormir a un lago. Ya en el camino nos acompañaba una llovizna helada, que se hacía sentir, pasamos la noche con el sonido incesante del agua cayendo y gracias a la confortable Westy no sufrimos el frío en lo más mínimo, con todas las cortinas y las mantas térmicas en las ventanas ni si quiera nos dimos cuenta de que ya era de día (Nos pasa siempre) y nos despertamos como a las 11 de la mañana. Acobardado por el frío que me esperaba fuera de la bolsa de dormir, descorrí una cortina y comprobé que mi ilusión echada a rodar por no ver nada para afuera era real, el ruido de lluvia había sido en realidad nieve, nos despertamos de un salto a pesar de que la temperatura no lo invitaba y nos pusimos a disfrutar del inesperado fenómeno.




Llegó el momento salir con la camioneta para ir a un lugar más plano y que no se quedara atrapada pero ya era tarde, una brevísima subidita se las ingenió para que las ruedas patinaran, formaran una capa de hielo y la fricción de las cubiertas no tuvieran parte en el asunto. “No importa” le dije a Clari, “Tenemos cadenas para nieve”. Lo siguiente fue bochornoso y desnudó mi falta de hombría, ahí Clari supo que no era un macho de los que se usaban antes, Tomé la caja de las cadenas con las dos manos, suspiré al ver que en la tapa decía: “Easy use”, abrí las trabita, no sin dificultad, y se reveló ante mi, un rompecabezas de eslabones metálicos. No sé en que estarían pensando estos yanquis cuando pusieron que era fácil en la tapa, maldije por adentro, pero por afuera solo se me estaban congelando mis manos al punto que quema. Luego de unos breves intentos y ante la imposibilidad de saber si quiera de qué lado del neumático iban y a un tris de desesperar, vi un poco de luz al final del túnel: un hombre fornido que a unos metros venía a paso apretado hacía mi: “¿Vocé queri ayuda?” No hace falta explicar, un brasilero, por más bien predispuesto que estuviese no era lo indicado, la única diferencia con la situación anterior era que ahora éramos dos en vez de uno los homínidos intentando lo imposible. La solución estaba más cerca, le pedí a Clari que se pusiera al volante, a Rodrigo el gaucho que me ayudara a empujar y así nomás la Westy salió del brete en pocos segundos, aunque el saldo fue una tremenda caída de mi ayudante de cara a la nieve después de un resbalón, por suerte era muy amable y se río en vez de mandarme a la mierda.

Agradecidos por tanta voluntad lo invitamos a tomar unos mates, entre verde y verde nos fue contando su historia y resultó ser un copado. Era un empresario full time, se cansó, largó todo y se estaba dedicando a sacar fotos, me enseño algunas cosas y nos fuimos a dar un paseo por el lago con las cámaras para poner en práctica la lección, obviamente quedamos en contacto y esperamos encontrarnos con él en algún otro viaje.


Rodrigo de Porto Alegre y Joaquín de Buenos Aires, no teníamos experiencia con la nieve.


Ensalada, sopa y a la cama ( 8pm)


Rodrigo en el safari fotográfico que hicimos.



Después de ese día con nieve incluida siguió un día con mucho sol y para nada frío especial para ir al Glaciar y así lo hicimos, fuimos temprano (Para nosotros son las 10 más o menos) y disfrutamos todo el día, hipnotizados por los milenarios hielos y solo interrumpidos por las confesiones de un buen hombre ya entrado en años que necesitaba de quién lo escuchara.

De lo que vimos no se puede escribir mucho, mejor son las fotos:






El Lago Buenos Aires parece pintado con un resaltador Faber Castell.


9 comentarios:

  1. ya que por lo visto heredaste los genes mecánicos de Fernando, no averiguaste si existen los cursos a distancia por internet??

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  2. Juajuuuaaa, muy bueno, por lo menos intentaste poner las cadenas en las ruedas de atras y no en las de adelante, algo es algo. Es recomendable practicar ponerlas en un lugar seco y sin tanto frio.....para la proxima. No probaste preguntarle a Clari como se ponen??? Seguro sabia...
    Nuevamente, impresionantes las fotos, los lugares y las descripcion de los momentos
    Abrazos grandes

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  3. Otra cosa, no le dejaste una monedita a tu ayudante por la ayuda?? La alcancia pedia a gritos

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  4. Me imagino al brasilero pensando: "Ese pibe no sabe poner las cadenas, lo voy a ayudar. Pará, yo tampoco sé. Bueno, ¿qué me puede pasar? Tampoco es que voy a terminar con la nariz en la nieve".

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  5. Wow wow wow!!! una foto mejor que otra, y siii... que guia michelin ni guia michelin, siguiendo el blog voy planeando mis proximas vacacioness, asi que no dejen de actualizarnos!!!!
    los quiero!!

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  6. Clari, Joaqui, gracias por seguir posteand todo con lujo de detalles!
    Acá leemos todos todo!
    Siempre nos acordamos de ustedes y divagamos con donde están y las cosas que les están pasando.
    Le mando un abrazo muy grande y POR MUCHOS KM +!!!
    Fede

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  7. Joaqui y Clari, entré por primera vez al blog y me lo leí todo de principio hasta las cadenas para la nieve. Ya están en mi barra de favoritos para seguirlos paso a paso. Me encanta como van describiendo todo, un poco que me siento viajando con ustedes. Les mando un beso y sigan disfrutando esa gran aventura. Alegria
    Manu Boerr

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  8. Fede: ¡Gracias por los buenos augurios que nos mandás! Sigan divagando sobre nosotros porque no creo que se equivoquen!

    Manu: Hola ídolo! No me digas que te leíste todo jaja que paciencia la tuya! La verdad que extraño los viernes de varieté! Siguen nomás? Un abrazo, Clara

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  9. Buena Mc. Gyver!!!!! Al menos tuviste un momento de carcajada interna cuando fuiste testigo de la caída de jeta del carioca! Jaaa!

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