...de Ushuaia a Alaska, allá vamos, porque a pesar de las diferencias, todos somos iguales.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Mendoza, tierra del vino y amigas



Queridos tocayos de la raza humana,


quiero ofrecerles una nueva entrada.


A René de Calle 13 le ruego me disculpe,


intentaré la rima para hablar de mis amigas.


No tengo su talento ni soy la voz de un pueblo,


Más Ricky Fort cantó y la vida continuó.


Como chica educada, pido el permiso,


y juro confesarme si la rima es detestable.


Que se murió Bin Laden y Obama es casi Dios,


de aviones quiero hablar más no para matar.


De un vientre despegamos y a la vida aterrizamos,


el vuelo 224 llegó algo atrasado.


Ahí veo llegar a Curly, Larry y Moe,


Son las tres chifladas las que bajan del avión.


Una cuarta amiga llegó sin avisar,


¡Sorpresa me llevé al verla aparecer!


Amigas de mi alma, familia elegida,


Visita esperada y por demás deseada.


Extrañaba los abrazos y charlas muy variadas,


Agradezco a la vida tener estas amigas.


Debate existencial que guía la amistad,


¿Cuanto paga Tyson por acostarse con la Anderson?


Risas contagiosas generan alegría,


¡Miren a mi amiga es novia por un día!


Tuvimos compañía con sabor a uva,


Botellas por doquier al anochecer.


Lágrimas y risas nos dio la despedida,


¡No quiero que se vayan amigas de mi alma!


De algo me olvidaba y es de agradecer,


a buenos mendocinos por los días vividos.


Se llaman M & M, no por los confites


Matías y Martín bien saben compartir.


Podríamos actuar como Mirtha Legrand,


que por un punto de rating hiere a los demás,


Pero somos buena gente y no tenemos joyas,


la historia que nos une no se vende ni se compra.


Miradas semejantes y a veces contrastantes,


Es bueno que se mezclen el agua y detergente,


Espuma que embellece con su diversidad,


No hay nada como ir juntas, juntas a la par.


¡A mis amigas, que las quiero mucho!







¡Les presento a mis amigas! De izq. a derecha: Anita, Vale, Joaquín (que también es mi amigo), Juampi, amigo de la casa, Lulu y Matías, gran anfitrión.





No nos queríamos separar ni un minuto...






Tuvimos contacto con las zapatillas más grandes del planeta, talle 56 y medio.







Les aseguro que verlas en persona es más impactante que en la foto. Algo así como encontrarse con Diego Maradona en vivo y en directo. Bueno, el ejemplo fue algo malo, solo para que se figuren el impacto al encontrarnos con esas zapatillotas.







Amor en un bar mendocino.







Ella bien sabe observar situaciones de la vida humana y convertirlas en una obra de arte. En este caso, nos deleita siendo una novia a punto de contraer matrimonio. Para construir dicho personaje solo le bastó concurrir a algunos casamientos y observar a las novias...







La novia está emocionada, la cara se le irá deformando minuto a minuto. Pasará de las lágrimas a la risa en cuestión de segundos. Mientras tanto, en los bancos, alguna amiga comenta sobre su vestido "¡Es lindísimo, de toalla y bufanda, que original! y de ramo, unas hojas de árbol, qué novia más bella!"







De repente recuerda que todos la miran, entonces decide hacer una trompita sensual con su boca. Se aproxima al altar...el novio la espera de pinguino. La tía comenta a una amiga en voz baja: "Dicen que el le fue infiel hace poco, pero ella no se queda atrás, no digas nada Estelita. Disfrutemos de la comida que se viene"







"Yo, Vicky, te acepto a vos, Gonza, para amarte y respetarte, serte fiel, cuidarte tanto en la salud como en la enfermedad, en la superficialidad como en la profundidad, todos los días de mi vida. ¡Te quiero!, Obvio que acepto"










Atardecer en las afueras de Mendoza.







Tarde de amistad y encuentros. También estaban Roman, Jena y Charlotte con nosotras.







Roman y Vale charlan, saben ser amigos por un rato. Por la posición de las manos de mi amiga, supongo que se acaba de pintar las uñas de rojo.







Mate, facturas y amigas, un momento inolvidable.







Visitamos una bodega y terminamos degustando un vinito. Magda, que no está en la foto, ayudaba a Natalia, la guía del tour a servir copas a todo el grupo.







Dos moscas se estrellaron contra un vidrio. No pensé que las moscas se reían así, de ahora en más no quiero matarlas nunca más.







Con Ani, mi hermana del alma, brindando, ¡Hay que brindar seguido en la vida!




Magda, Anita, Vale, Lulu y yo. ¡Gracias chicas por haber viajado hasta la tierra del vino! A juzgar por la cantidad de botellas de vino vacías que quedaron, ¡tan mal no la pasamos!




miércoles, 18 de mayo de 2011

Soledad Solari

Treinta días de vida social, desde Ushuaia hasta San Martín de los Andes fue el tiempo necesario para anhelar volver a estrechar lazos con una amiga de la casa, Soledad Solari. Tengo claro que Soledad no es querida por todos, veo como muchos la evaden, se encierran en barrios o se tapan de trabajo para no encontrarse con su mirada. Soledad Solari, sin embargo, no es tan molesta como algunos creen. A pesar de mantener el mismo corte de pelo desde hace 30 años o vestir prendas que no están a la moda, Soledad es una tipa increíble. Ella es cálida y me estimula a pensar. No voy a negar que al reencontrarme con ella siempre vuelvo a sentir un temor bastante primitivo y angustiante, como cuando me separé del cuerpo de mi mamá al nacer, pero una vez que pasan los días, Soledad se muestra a gusto conmigo y hasta es difícil dejarla para volver a encontrarnos con otras personas. Así fue. Volvimos a estar solos, Joaquín, la ruta, el mate, Soledad y yo. Todos juntos partimos hacia Chile. Las segundas partes no siempre decepcionan y este fue el caso. Chile, una vez más, desplegó todo su encanto ante la mirada de estas hormigas viajeras. Es que si algo empiezo a sospechar es que los seres humanos somos en realidad del tamaño de una hormiga, pero nos creemos elefantes, algo así como Teo, el caniche toy de mi casa que se cree un rottweiler (y así fue como un día, ante su poco criterio de realidad, un perro vecino casi se lo morfa).



Pucón, Chile. Una familia dominguera se une a nuestro viaje con el típico saludo motoquero. Alejandro (el que está al lado mío), es dueño de la panadería más famosa de Loncoche, su pueblo y por las noches, motoquero de alma. Nos invitaron a conocer sus pagos y probar el pan más rico de todos. Lamentablemente no pudimos pasar a visitarlos pero queremos recordar la simpatía y generosidad de esta familia chilena que nos abrió las puertas de su casa sin ningún otro interés que el de compartir un lindo momento.


La Westy temeraria desafiando al volcán Villarrica en actividad.


Despertar de una mañana helada en el pueblo de Melipeuco. Al bombero del cuartel lo interrumpimos de su merecido festín con una mujer de rulos y anchas caderas para pedirle el baño.




Parque Nacional Conguilío, Chile.



Sobre arena volcánica comemos unos fideos con zanahoria.




¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves? ¿Simple lava o algo más?... Un payaso; un viejo gordo presentador de un circo (que trata mal a los animales) o...


Parada del 168 en la Estación Volcánica. El colectivero trabaja todo el año, excepto los días de erupción, que hace doble turno. El bondi se le llena de pasajeros, especialmente de insectos de la zona y de algún que otro colgado que estuvo de camping durante la explosión.

Caviahue, Neuquén. Al regresar de Chile, visitamos esta ciudad. La verdad es que me sentí dentro de una obra en construcción. Toda la ciudad, toda, está siendo edificada. Recomiendo ir en unos meses, excepto los amantes de la construcción, ingeniera y cloacas que durante estos días podrían disfrutarla.

Para huir de la obra en construcción, buscamos un lugar alejado y más natural. Acá todavía nos acompaña Soledad Solari.


El Huecú, pueblo de unos 1000 habitantes

en Neuquén. Conocimos a Sofía, la médica del pueblo y a su marido, quienes nos invitaron a comer milanesas a la napolitana. El amor de Sofía por su vocación la convierte en una luchadora por los derechos de quienes menos tienen.


Ruta 40. En esta ruta, los desencuentros se transforman en encuentros; el silencio en canción; todo lo puede la 40. A diferencia de la crisis de los 40, la ruta no se hace cirugías, no se separa ni busca la juventud eterna. La 40 permanece viva para siempre.



Tomando mucho vino uno corre el riesgo de meterse en lugares que no debe. Yo solo quería cambiar el color y volumen de mi pelo...Saludd




"¿Qué crees de la vida perrito de la plaza?"

"Guau, guau"

"Tenés toda la razón, perrito de la plaza, ustedes se la pasan persiguiendo gatos y nosotros zanahorias"





Camino a Mendoza nos despedimos de Soledad Solari. Es que levantamos a dos chicas de Francia que hacían dedo y todos juntos no entrábamos en la Westy. Soledad estaba de más. Sin enojarse ni mucho menos, se bajó de la combi y nos despedimos hasta el próximo encuentro, nos dijo sin rencores que estaba acostumbrada a que la gente la despache de un minuto al otro y que lo entendía ya que Compañía Gutiérrez siempre le había caído mejor a la gente.


La 40 te da la posibilidad de frenar y cocinar en los lugares más bellos. Acá, con Jena y Charlotte, por comer unos fideos. Aconsejo a las personas a quienes Mauricio Macri echó a patadas de zona sur, venirse a acampar por estos pagos.


Noche de "joda", asado y vino con Jena y Charlotte. Joaquín está por hacer el baile de la "gallina"...¿habrá pronosticado la derrota ante Boca? (Perdón mi amor, es que tu posición corporal me la dejó picando para este chiste tannn bueno)



Frenada en la ruta para comer algo. Próximo destino: Mendoza Capital.

Tarde de lectura en Parque San Martín, Mendoza. Jena, Charlotte, Joaquín y Roman, nuestro primer amigo viajero a quien volvimos a encontrar en esta provincia. Esa noche tomamos mucho vino, charlamos y hasta hubo algunos malos entendidos con el idioma.
-Preguntó Jena: "¿Clara, cómo haces con el tema de los pelos en el viaje?"


Respondo yo,( pensando que me estaba preguntando por los pedos) "Bueno, es complicado...no es muy fácil..."


De repente Joaquín entendió que Jena y yo estabamos hablando de temas muy diferentes...



viernes, 13 de mayo de 2011

El que quiera leer, que lea.

Esta entrada fue publicada hace dos días pero alguien hackeó nuestro blog
y la borró. Acá va de nuevo. Lamentablemente perdimos los comentarios que nos habían escrito.

No hay que escribir con las emociones a flor de piel”, u otras palabras que expresan la misma idea leí alguna vez. Hoy prefiero dejar de lado el consejo e ir en contra de mi costumbre.

La cuestión es que desde antes del viaje y desde nuestra llegada a Neuquén más acentuadamente, fuimos metiendo las narices en una “guerra” sin cuartel, pero que sin ser nuestra y sin buscarlo, desde la nariz nos fue tomando el cuerpo entero. Esta batalla es entre el blanco y el indio, por más retrógrado y anticuado que suene, el conflicto nos enfrenta, ridículamente, pero nos enfrenta.

Escuchamos cualquier cantidad de atributos negativos refiriéndose a los Mapuches, desde que son todos vagos y borrachos, hasta que su aspecto afea el pintoresco paisaje de San Martín de los Andes. Qué quieren cada vez más tierras para hacer un nuevo país dentro de la Argentina. Que pretenden que el Estado los mantenga y no trabajar. Obviamente descartando los comentarios extremistas, escuchamos argumentos válidos de parte de los wincas o blancos, y algo adentro nuestro nos decía que el hecho de que no se insertaran “correctamente” en nuestra sociedad no era suficiente para explicar el inmenso odio que a veces se les profesa. Pienso que somos prepotentes al creer que los pueblos que estaban en América desde mucho antes que nuestros antecesores europeos llegaran, deban adaptarse a nuestra manera de vivir y trabajar.

Buscando escuchar otras voces fuimos a dar a una comunidad de unas 70 personas cerca de Junín de los Andes. Nos recibió una familia con tortas fritas y mates, preguntamos y nos contaron abiertamente. Pero no estaban en pie de lucha ni mucho menos, recibían alguna ayuda del gobierno y moldearon su modo de vivir para el turismo. Reciben gente de todos los países que se sientan alrededor del maestro artesano a verlo trabajar. Fue un momento lindo pero sentimos que no representaban en absoluto el modo de vivir Mapuche ni su lucha.



Con Antonio y Catalina Antileo y su familia en Atreuco.

Clari habló con un docente de cultura Mapuche por teléfono, porque dijo que las cosas estaban muy complicadas para dar entrevistas, que su cultura estaba en peligro de extinción. Tenía una visión muy oscura del futuro. Auguraba mayores desastres, y casi todos los propiciaba el hombre blanco. Una mirada muy apocalíptica y por teléfono no nos dejaba terminar de formar una opinión.

El camino nos llevó a Villa Pehuenia, también en la provincia de Neuquén. Sabíamos que en este pueblo había varias comunidades indígenas que reclamaban tierras. En el momento de partir hacia alguna comunidad, nos decidimos por la Puel (Una de las 8 locales), y el motivo fue que de pasada habíamos visto un cartel en la ruta unos km. antes de llegar a la villa el día anterior. Nos metimos por un camino de tierra y llamó nuestra atención un primer cartel escrito en mapundugun (mapuche) y español que decía: “Territorio ancestral recuperado”. El camino nos llevaba bordeando lagos y ríos hasta que apareció la primera casa. Sin saber de quién era ni si nos recibirían aplaudimos en la puerta sin resultado. Seguimos varios minutos casi perdiendo la esperanza de encontrar algo y llegamos a una casa. Tocamos y esta vez nos atendió una señora que preguntándonos con desconfianza sin disimulo de dónde veníamos y quién nos mandaba se presentó como Rosalía. Le contamos nuestra intención y de un momento a otro cambió su actitud rotundamente y nos invitó a pasar a su casa.

Desde que nos sentamos con unos mates alrededor de la mesa empezó su relato. Con una tranquilidad y una sensatez pocas veces vista nos habló de su cultura y de su cosmovisión. Nos explicó lo que significa la naturaleza para ellos, la comunicación con la tierra (mapu) y el respeto a los seres vivos, plantas y animales. Que su bisabuela le había transmitido la cultura Mapuche y que ella pretendía que los jóvenes de hoy también la recibieran. Siguió contándonos el por qué de su lucha y sus pretensiones. Nos aclaró que ellos no pretenden formar ningún país nuevo ni reclaman tierras que nunca les pertenecieron, que únicamente se paran frente a quienes les quieren quitar, concesiones ilegales mediante, las tierras que usan para sus animales desde siglos atrás. Ellos, al no tener la noción de propiedad privada tal como la tenemos nosotros, nunca se molestaron en firmar títulos de propiedad ante escribanos, les bastaba la palabra y el saber que en invierno llevaban sus animales a terrenos bajos y en verano a otros más altos. Desde que el hombre europeo llegó y se adueño de todas las tierras, designó fronteras virtuales que ellos no compartían, de hecho la misma bisabuela de Rosalía solía hacer la invernada en lo que hoy llamamos Chile y la veranada dentro los límites de la actual Argentina.

Nos contó que hace un par de años, cuando estaba con los animales en la cordillera, en sólo unos meses autoridades del pueblo entregaron concesiones en terrenos de la comunidad Puel y al bajar ya habían alambrado y empezado construcciones. Por cortar el camino de ingreso a los camiones les abrieron causas a todos los involucrados en defender lo que era suyo.





Con Rosalía.


Los ejemplos de injusticia, que fueron muchos más nos dejaron con el gusto amargo y estéril que sólo da la impotencia, verla secarse las lágrimas mientras que hablaba de su comunidad y de su cultura y no saber qué hacer fue muy fuerte. Pasado mucho tiempo de la conversación nos comentó como al pasar su rol en esta pelea. Rosalía resultó ser la autoridad que representa a todo el pueblo Mapuche de Neuquén ante el gobierno nacional. Sorprendido por caer en la cuenta de quién teníamos en frente se lo comenté, le conté cómo habíamos llegado hasta ahí, que no teníamos idea hacia donde íbamos y que la suma de varias casualidades nos habían llevado justo hasta la representante de los lonkos (Cabezas o jefes). Tranquila y con una sonrisa, me explicó que mucha gente quiere entrevistarla, que la esperan días enteros en la puerta a que vuelva de la cordillera o de alguna reunión, que ella nunca deja pasar a nadie a su casa pero que sintió que nosotros si teníamos que hacerlo, que podía hablar con nosotros. Me dijo que cuando el pëllü (Espíritu) de las personas está en su camino, es el destino el que se encarga de cruzarlo con otros y que ella había sentido eso. Impactado por estas últimas palabras nos despedimos con doble beso como hace la gente de la tierra, infinitamente agradecidos por haber escuchado por fin, lo que consideramos una fiel voz Mapuche.


El Pehuen o Araucaria es un importante símbolo para el pueblo Mapuche.


Después de un silencio largo, necesario para procesar la charla, fuimos bajando y nos dimos cuenta que la lucha no es únicamente de los Mapuches contra los pocos corruptos que se aprovechan de las minorías. La responsabilidad es de todos, como en tantas otras luchas y aunque no todas nos toquen de cerca, no podemos dejar de meter las narices. No pude evitar la vergüenza cuando hablaba con Rosalía, por darme cuenta que me había dejado llevar livianamente por los comentarios denigrantes de quienes por ignorancia o por interés ensuciaban a un pueblo entero.

Es por eso que preferí escribir con el sentimiento todavía candente, para no olvidarme de las miles de luchas que dejamos de ver por no querer comprometernos, o por no querer incomodarnos. Lo último que quiero ser, es una persona que baja línea, desde mi lugar me siento un ignorante y un boludo, pero hoy una persona puso un poco de luz en mis pensamientos y no sería justo guardármelo.




Después hubo tiempo para la distensión y pude atrapar a un chanchito que lloraba como un marrano.


Más vale cerdo en mano que 100 hechos jamón.

sábado, 7 de mayo de 2011

Amigo, cerrá el hotel para nosotros..

Salimos del Campo de Pali con dos encuentros más en vista, el primero era en Bariloche con Juani, el primo de Clari. Nos esperaban con unos ricos calzones caseros preparados por él, y con interesantes monólogos de los jovencitos Iñaki y Santino. Nati nos recibió con mucha calidez y todo esto junto hizo que pasáramos una linda noche. También Juani invitó a la casa a un amigo de él que viajó por toda América del Sur con su mujer y 4 hijos en un bondi del año 65, si pensábamos que nosotros éramos osados por nuestro viaje, los relatos de Mariano y Fátima nos hicieron tranquilizar todavía más de lo que estábamos. Si ellos no solo pudieron, si no que la pasaron increíblemente bien, nosotros sin hijos y con un vehículo 24 años más nuevo, tenemos por lo menos buenas perspectivas…

Haciendo tiempo para llegar a lo de Juani, y a falta de Cristo para festejar pascua, caímos en "Los Dondera", La pizarra parecía hablar de gente cálida.

Joaquín y Alberto de la mano, Clari con un abrazo clásico para las fotos. Me gustaría poder explicar la razón, pero nos salió espontáneamente. Adrien Brody hizo un alto en la grabación de King Kong para ser testigo de la generosidad de Álberto, que ese Domingo nos regaló una lasagna y unos ravioles de mil demonios. Gracias Albert!!

El payaso Virulana en su número con la mini bicicleta, antes vimos a las siamesas chinas hacer contorsionismo, el del clown fue sin dudas más agradable.

De izquierda a derecha: Drácula sin disfraz; Drácula a secas; Virulana y la mamá de Virulana y Drácula, disfrazada de Nati. El papá estaba con los calzones.

Todos juntos de civil, antes de la despedida.

Después nos esperaban Calola y Flor en San Martín de los Andes, nuestra pasada veloz por Bariloche se debió a que queríamos estar algunos días con ellos antes de que se fueran a Bs. As. Más de una vez hablamos de nuestro presupuesto acotado, pero los gustos hay que dárselos en vida, por eso, le dijimos a mi amigo que cerrara la hostería en la que trabaja (Por suerte son amigos nuestros y no nos cobraron, pero igual tuvimos todo el hotel para nosotros solos por 4 días). Las fotos ilustran mejor que las palabras las condiciones de la Hostería Cerro Abanico.

La chimenea del living era sólo para nosotros, nadie molestaba y podíamos comer alrededor de ella y estar con las patas arriba de la mesa, gritar en un pasillo solamente porque se puede y ningún botones se va a enfadar, cocinar con hornos profesionales y hasta pudimos hacer dulce de rosa mosqueta para 1 año entero. Pero sobre todo lo que pudimos hacer, y muy tranquilos, es hablar. El que conoce a Calola entenderá, pero el que no le explico, es una de las personas que conozco que más profundiza. Repasamos y debatimos largo y tendido de los temas más trascendentales de la historia la humanidad, me animo a decir que lo hicimos sin evitar ninguno.

(Aclaro por las dudas: No cerraron la hostería para nosotros, pasó que era temporada baja y no había huéspedes)

Asadito con Calola y Flor en un día peronista.

Y vino Alex Moreno a comer morcilla (Que lo queremos mucho y nos acordamos de él en esta foto).

Moria Casán también estaba. (Para su habitación pidió chucrut con escargots, agua mineral de los Alpes Suizos y un stripper). Las divas son así.

Haciendo pociones en la cocina..

En este caso era de Rosa Mosqueta.

Miércoles 3 PM.

Calola "ayuda" a lavar nuestra casa.

Ajedrez en el ocaso.

Despedida de un amigo.

Además de esto, la pasamos muy bien, descansamos como auténticos reyes, con una cama que doblaba las dimensiones a la de la Westy, con calefacción toda la noche, ducha, y todas las comodidades de un hotel y sobre todo el calor de la amistad.

Gracias chicos por recibirnos como lo hicieron!!