No es fácil el regreso a la realidad, o mejor dicho, la vuelta al relato de lo que ocurrió, no sólo dentro de nuestras cabezas, como podría tratarse de la candidatura a cebador de mate de la Westy.
Acá estamos de nuevo, para contar lo que realmente nos pasó en tierras hondureñas, porque el atravesado fugaz de Sur a Norte del país fue más parecido a un sueño que a algo realmente vivido.
El trajín exhaustivo, que la Westy y sus jinetes sufrieron, más de 550 km en dos días, tuvo su premio mayúsculo al llegar al encantador pueblo de Copán Ruinas, que excepto las islas y cayos caribeños, es uno de los pocos puntos turísticos de Honduras. Ahí mismo, cuando llegamos, los suizos asustados, no hicieron caso del cansancio y siguieron para cruzar la segunda frontera en 2 días, un récord que nosotros no estábamos dispuestos a batir.
Nosotros nos dedicamos a recorrer los nostálgicos adoquines, intentando meternos de a poco en el mundo Maya. Después de conocer las tierras de los Incas, esta era la segunda gran civilización americana que íbamos a conocer, y como siempre, nos agarró poco instruidos. Quisimos revertirlo pero ya era tarde. Al día siguiente teníamos la autorización para entrar a los dos sitios arqueológicos de la zona con guía a cambio de nuestras fotos. Nos pareció un trato justo y hacia las ruinas fuimos.
Esta entrada puede llegar a ser demasiado instructiva para el lector perezoso, pero no veo otra manera de poder hacer que estas montañas de piedras apiladas tengan algún sentido. Como esta pirámide de la plaza de las estelas, desde dónde se hablaba al pueblo, y hoy pisotean las guacamayas, las sagradas aves omnipresentes de Centroamérica.
Ignorando la mayoría de los detalles de esta civilización y más aún de esta cuidad-estado, entramos al sitio arqueológico de Copán por la Plaza de las Estelas. Algún distraído como nosotros se estará preguntando cuantas doñas así llamadas puede haber en esta plaza para nombrarla así, pero no viene de ahí. Estelas son una especie de monolitos exquisitamente tallados representando a reyes, nobles, o jeroglíficos.
Esta cuidad estado tuvo su apogeo en el período clásico Maya, que va desde el siglo IV al siglo X, y particularmente durante el reinado del número 13 de la dinastía llamado Uaxaclajuun Ub'aah K'awiil. Si, así se llamaba, pero cómo los amigos le decían 18 Conejo, nos vamos a quedar con este nombre para referirnos a él. En esta estela, mandada a hacer por el mismo, posiciona su reinado entre los 4 más importantes del mundo Maya, con el de Tikal, Palenque y Kalakmul. Además, este soberano fue el artífice del gran caudal artístico que dejó como legado Copán al mundo. Los que saben aseguran que tiene las mejores esculturas de todo mesoamérica.
Acá está Manuel, el hombre del Instituto Hondureño de Antrpología e Historia que nos acompañó en todo el recorrido. Gracias a el pudimos disfrutar más de todo el sitio, porque es muy difícil de mantener la atención, el asombro o la sorpresa si no se sabe de qué se trata cada cosa o qué significado tuvo. Clari y yo padecemos de tourfobia, pero la verdad que vale la pena cuando es así, para exprimir al máximo cada piedra.
No nos acordamos qué animal o cosa representa esta escultura, pero merece ser visto el detalle que tiene, y es sólo una de las miles que hay en todo el lugar.
Esta es otra estela que representa a 18 Conejo.
La tortuga, que según ellos, sostenía el mundo, tiene dos cabezas y ésta por lo menos no parece estar a gusto con su misión.
Lo que hoy se ve como una alfombra de pasto verde, en el pasado fue todo de estuco, una especie de cemento alisado hecho con la piedra calcárea de la zona. Todo era rojo y blanco, nada en absoluto era amarillo o azul.
En todas las construcciones se pueden encontrar jeroglíficos o piedras talladas. Es imposible no pensar qué poderosa razón los hacía trabajar de esta manera. Si el miedo, la devoción, la obligación o todo junto. Lo mismo me pasó en tierras incas, ver tanto trabajo, tan pesado y a simple vista para honrar a algún rey pasajero. Está claro que ellos no creían que la vida era algo efímero, y quizás ahí radicara el miedo con el que funcionaban estas sociedades evidentemente sometidas a sus soberanos.
La cancha de pelota. Este antepasado del fútbol es bastante más complicado que el juego que hoy disfrutamos millones. La pelota que llegaba a pesar más de 4 kilos tenía que ser impactada con las caderas y embocarla en unos aros tan pequeños como la pelota misma. Lo bueno es que los jugadores no tenían la presión que padecen Messi o Cristiano Ronaldo, únicamente se sacrificaba al capitán (No se sabe aún si del equipo vencedor o perdedor)
La estela M delante de la escalinata de los jeroglíficos. Retrata el rey Humo Concha (debo el nombre que usaba en sus días mozos) y fue hecha a mediados del siglo VIII.
La escalinata de los jeroglíficos es el texto más largo jamás encontrado de la civilización Maya y forma parte de una de las caras de el templo 26. Tiene más de 4.000 jeroglíficos que narran la historia de 16 de los 18 gobernantes de Copán. Se pueden ver en el medio de la escalinata algunas esculturas que representan algunos de los reyes más importantes, sólo falta una y Honduras la sigue reclamando a la Universidad de Harvard, que como comisión por las investigaciones se llevó alguna que otra piedrita.
De un vistazo parece una montaña con algunas piedras encima, pero lo que realmente es, se esconde abajo. Hay miles, y miles no es un decir, de túmulos en la zona, debajo de cada uno de ellos puede haber templos o construcciones residenciales. A pesar de ser uno de los sitios mayas más investigados de todos, en Copán hay muchísimos secretos que por falta de tiempo y de inversión no están develados. Quien haya pensado como yo, que en el mundo ya todo está descubierto, puede dudarlo ahora. Y los que descartaron dedicarse a la arqueología por las misma razones, ya pueden imaginarse lo que puede haber bajo tierra a lo largo y a lo ancho de todo el mundo. Me voy a buscar la Atlántida o El Dorado...
En esta foto me voy a dar la licencia de no garantizar veracidad. Según me acuerdo, las calaveras perfectamente talladas en el marco de este templo simbolizan el inframundo. Este, para los mayas era tan importante como la tierra y el cielo.
El templo de la Rosalila fue encontrado debajo de otro templo muchos siglos después del hallazgo original. El angosto pasillo es el espacio que dejaron al construirle un templo encima. Y por ser tan importante la Rosalila fue que tomaron esa precaución, si no, como tantas otras obras maestras se hubiera quedado eternamente enterrada y nunca más hubieran visto la luz.
Parte de una de las cuatro fachadas de la reconstrucción exacta del templo.
La foto incomprendida. O la foto que pidió Clari en esta entrada "para que haya algo de movimiento entre tantas piedras", textual. Así que este alegre grupo de escolares quedará inmortalizado en nuestra bitácora.
Ya con saturación de ruinas fuimos al segundo sitio llamado "Las Sepulturas" a unos kilómetros. Es inevitable pensar en el pasado cuando uno conoce lugares así, con todo lo que eso provoca. Ver tanto hecho, tanto construido, tanto vivido y ahora lo que no es ruina está escondido. Podría hacer una conclusión a este pensamiento, y quizás la forma de expresarlo lo exija, pero no la tengo.
Y hasta aquí llegamos, pido disculpas por el carácter informativo de la entrada, pero lo bueno es que si se llegó hasta acá es porque se leyó todo, o hizo flechita hasta abajo, mmm...
Bueno, saludos para todos, y prometemos actualizar el blog a la brevedad, para ponernos a tiro del tiempo real. Nos falta Guatemala, todo ese increíble país.
Abrazos y más abrazos para todos, gracias por acompañarnos leyéndonos. No lo decimos mucho pero nos encanta sentirlos cerca. ¡Hasta la próxima!