Argentina, mi país

Una copla norteña engendra en su raíz musical la historia de un pueblo y devuelve a quien la escucha el abrazo cálido de un viento seco y polvoriento.

Sol de primavera eterna que pinta ojos color tierra.

Magia del norte que es cultura y tradición, de carne y trigo, poncho y vino.

En el encierro de sí mismos se descifra un mensaje, el de acarrear por años la indiferencia de estos ojos, nuestros ojos.

Rico el norte por su cultura y raíz, más pobre y desnutriudo como niños en Formosa a punto de morir.

Existe una frontera más profunda a la ya conocida y es la que nos limita a ver más allá de nuestra propia realidad.

Conozco una provincia con aires de grandeza, bella y creativa y desde siempre conflictiva. Mi amada Buenos Aires, no por ser ególatra te dejo de añorar. De bares, luces, teatros y cafés. Conciencia y apertura nos falta a los porteños, ostra aperlada más no la única del agua...

Para algunos de tus hijos la queja es puro goce, verborragia de egoísmo que anestesia al corazón. Ente que esclaviza si no es cuestionado y al acomodarse en el sillón provoca una parálisis mucho más intrigante que la física, la de la razón.

Un poco más al sur, ahí te he de encontrar. Como dos hermanas que buscan disntinguirse para ser, nuestras dos Patagonias también lo han de hacer. La soledad del viajante se contrapone a la opulencia de vegetación y montañas. También es Neuquén, que lucha por mejorar su sistema de salud. Lo privado se enfrenta a lo público y de la mano de una médica se evidencian esas diferencias.

Tierra aborígen que lucha por ser recuperada, minería a cielo abierto en La Rioja o Catamarca. Sos Entre Ríos, mejorando educación o los tantos pueblos vistos con alumnos en sus aulas.

Trabajo en movimiento que brinda dignidad y jóvenes con voz que luchan sin cesár.

Médicos rurales que emocionan por su amor, todo eso es Argentina desde mi estrecha visión.

Deseaba conocerte de un modo más profundo, salirme de los diarios, mirarnos cara a cara. ¿Por qué será que acaso, te aprecian los de afuera, más muchos de tus hijos te escupen y te niegan?. Paloma que echa vuelo. Flor que está creciendo, llama que se enciende y abraza con su luz a muchos corazones hambrientos de tu amor.

Argentina, mi país, de viaje continúo al vientre de tu madre, es América entera que espera ser mirada. Pronto volveremos, semilla transformada, al viento y a tus hijos, hermanos de mi patria...