Quizás deba empezar explicando al gentil lector el por qué de esta anacrónica entrada. Desubicada no sólo en el tiempo, sino que también en el espacio.
Recapitulemos: Estábamos a punto de cruzar a EEUU, habíamos atravesado de sur a norte la paradisíaca Baja California, peeero, nosotros habíamos estado más tiempo en México DF del que estuvimos con nuestro amigo Cuqui (o Frijól), y nos habían quedado muchas fotos y experiencias en el tintero.
Por eso, ahora les vamos a mostrar, un resúmen de lo que fue también para nosotros el paso por esta vibrante cuidad.
Fue fácil un comienzo explicando por qué volver el tiempo atrás en nuestras crónicas, pero es infinitamente más difícil empezar a hablar del Distrito Federal, una cuidad, tan inabarcable como extrema.
El problema es que con una metrópolis con tantas aristas, todas tan interesantes, sería por lo menos una quimera intentar un relato completo.
Pero basta de vueltas, a empezar, con las fotos por lo menos que hablan por sí solas.
El centro neurálgico de esta urbe, a diferencia de la mayoría de las cuidades latinoamericanas, no es una plaza corriente. Acá, su lugar lo toma el Zócalo, una gran llanura de concreto, rodeada sí, como en casi todas las cuidades coloniales, por los edificios más importantes. Hay tanta vida, tanto movimiento, que un extraño podría pasarse horas observando el ir y venir de miles de personas que viven ese trajín diario como si fuera lo más normal.
A un costado de la catedral metrolitana, se amontona una numerosa muchedumbre ofreciendo sus habilidades pasivamente, con carteles escritos en cartulina, a cualquiera que pase. Plomeros, electricistas, albañiles, sanadores y curanderos, esperan pacientemente allí, que la dignidad de algún trabajito les de para la cena o para el trago.
Lo único que permanece inalterable, imperturbable en el Zócalo, como estoica advertencia para los humanos tragados por la vorágine, es la gigantesca bandera nacional y su mástil. Que como un enorme reloj de sol, va girando su aguja de sombra para proteger al menos por un instante a los que buscan un poco de reparo.
No todos los dolores se pueden curar con la medicina tradicional, que se le dice, a la que aplican estudiosos hombres y mujeres con delantal blanco. Algunos prefieren un tratamiento, valga la contradicción, más tradicional.
Todo, o casi todo se puede ver por estas latitudes: aprendices de torero en los viveros de Coyoacán...
...auténticos Minotauros, si si, los vimos traicionando a los suyos (o mejor dicho a su mitad delantera) fomentando la tauromaquia. Triste papel el de esta bestia.
Las calles, son un espectáculo en si mismo, hay un sobre-estímulo constante para todos los sentidos. Obras de arte dispuestas a mostrarse sin pudor, olores distintos a cada paso, sonidos, cantos, sabores, movimiento.
Momento de tensión: por momentos los gritos de los vendedores ambulantes pueden mezclarse y volverse todos juntos una sordina insoportable que no se distingue. Hasta que de un minuto a otro, todo se apaga casi como respondiendo a nuestro deseo, y antes de sentir culpa por lo ocurrido, vemos a los vigías apostados en las esquinas, escuchar sus radios moviles y avisar a todos los vendedores a grito pelado que la policía está en camino. En cuestión de segundos, todo se transforma y pareciera que jamás hubieran estado ahí. Obviamente, con la misma velocidad que se fueron, vuelven a presentar todas sus ofertas hasta nuevo aviso.
Lo de la vestimenta del niño Jesús es realmente algo sorprendente. El compromiso que se ve en la gente es tal, que hasta pareciera una obligación encontrar la mejor ropa para el recién nacido. Todo el mundo, ancianos, amas de casa, hombres de traje, niños y niñas hacen largas filas para lograrlo.
Incluso, en cada parroquia se designa a una familia (entre muchas que se postulan) para contener durante un año y hasta la próxima fiesta al niño Jesús y recibir a todos los fieles que quieran ir a adorarlo. Para esto invierten grandes cantidades de plata y se postulan con muchos años de antelación. En la parroquia de Xoxhimilco, por ejemplo, hablamos con un orgulloso hombre que recibiría al niño oficial dentro de 8 años. Cosa e mandinga.
En nuestro peregrinar turístico por la cuidad, decidimos un día, ir los tres hacia Xochimilco, a navegar con las famosas trajineras por sus canales, con mariachis como principales animadores.
Muy lindas las trajineras, coloridas por demás, pero estacionadas no son mucho lo que pueden ofrecer.
El caché un poco elevado para estos humildes viajantes, obligó a torcer el timón y cambiar de programa.
El caché un poco elevado para estos humildes viajantes, obligó a torcer el timón y cambiar de programa.
Conocimos a un grupo de amables veinteañeros que sin dudarlo nos invitaron a compartir con ellos el comienzo de un viernes que al parecer les prometía juerga.
-¿Una cervecita?. Tome Lucas, tome Joaquín, tome Clara.
-¿Un Whisky? - Noooo, gracias chicos, así está bien, respondemos.
La negativa duró poco, en la vigilia de su 31 cumpleaños, Lucas pensó que podía aceptar.
El empujón final lo dió la canción de aliento que corearon los muchachos:
-¡ Fondo, fondo, fondo!.
¡Solo, solo, solo como un pendejo!-
Como en todo grupo humano, los individuos tienen un rol, y muchas veces mueren con ellos. Pese a haberlos llamado por su nombre toda la tarde, lamentablemente ahora no vienen a nuestra memoria. El de la izquierda, el chistólogo, el gracioso del grupo, el animador incansable que dió todo de si para entretener a los forajidos, hasta que el exceso etílico pudo más.. El de la derecha, el simpático, el respetuoso, el que defendió a ultranza los oídos de la única dama, cada una de las veces que alguien se propasó con alguna palabra arrabalera.
"Respeto, por favor, respeto que hay una dama"...
"Respeto, por favor, respeto que hay una dama"...
Cómo ya lo había adelantado Lucas, los sanadores están a la orden del día, los hay en todas las cuadras y de a montones. Hay algo en la seriedad con que tratan a sus pacientes, y la fe con que éstos se entregan a sus labores que inspira mucho respeto.
Cansada de hacer tortillas.
Reparador de niños Jesús, exhausto como todos los días previos al 2 de febrero, cuando se bendice al pequeño santo.
Listos para la bendición.
Pero lo que también hay en Mexico DF es variedad, y en la salida de la iglesia, se puede ver un altar en honor a San la Muerte. Y lo mejor, es que quizás la misma persona que bendijo a Jesús, salga del templo y deje una ofrenda a esta elegante calavera.
Y casi obligados, me acompañaron a Teotihuacan, las grandes pirámides Aztecas. Por suerte llegaron y mostraron todo su entusiasmo a pesar de las grandes cantidades de turistas que atiborraban la antigua cuidadela.
Es una linda vista la que se tiene desde arrbia de la pirámide del Sol, pero también hay cierto desencanto al ver todo el cemento que usaron para reconstruirlas.
El transporte público. Esta es otra de las cosas increíbles que tiene esta cuidad. No sólo son la mejor alternativa para no manejar en este caótico tránsito, sino que llega a todos lados y mucho más rápido. En los peceros, o kombis, o minibuses, un puede viajar sentado al lado de un simpático chofer, por ejemplo.
El metro es un medio digno de culto, hay muchas manifestaciones artísticas, y de amor, claro está, en estas tierras subterráneas.
Las taquerías merecen también, un párrafo a parte. Florecen hasta en los lugares más insólitos, pero siempre, o casi siempre están llenas de gente.
Obviamente, a pesar de que en algunos casos la higiene gastronómica no se hace ver fácilmente, es casi obligatorio probar esta comida nacional. Y seguramente, como nosotros, cualquiera que venga un tiempo a este país se verá obligado a probarla muchas veces.
El Zócalo en un día inusitadamente tranquilo.
Una calle cualquiera, cabezas de borrego para el almuerzo.
El mercado de Sonora es un inmenso laberinto de callejones a pocas cuadras del centro. Se sabe, si quiere uno comprar cualquier cosa, ahí mismo se dirije. Hay DE TODO. Cosas inverosímiles, comunes, raras, comida, mascotas tradicionales, otras poco tradicionales (no me dejaron sacar foto)...
¡Baratita la cotorra, los huevos, los monos...!
No se para que insistimos con las farmacias, si acá hay para todo.
Polvitos para bajar calzones (si alguien anda con mal de amores puedo mandarle algún sobrecito), para la envidia, y como el que llevo la abuelita que estaba al lado mío mientras sacaba la foto, "pa los chismosos, les tiro esto y dejan de hablar de uno".
Una tarde cualquiera, en el Zócalo, tocaban El Ejercito de Salvación. Lo más bizarro que vi, bueno, quizás no lo más, pero fue un deleite ver a unos fervorosos fieles bailar mientras el rockero, vestido de militar cantaba canciones de Cristo con su guitarra eléctrica.
Uno de los miles vendedores de, si, de gruitas.. ¡Ojo, de fricción!
Una
señora, July, no tenía nada en contra de la iglesia, dice, pero no le gustaron
los muchos encubrimientos de pedofilia que hizo el Vaticano y así lo manifiesta
todos los días en frente a la catedral. Esto lo vimos antes de que Francisco
asumiera, no vaya a creer que uno le hace una crítica al nuevo viacrio de
Cristo, no.
Esta escena, no ocurre en un mercado o tienda, es en plena calle céntrica, donde los puestos le ganaron la pulseada a los autos.
Esto también, aunque usted no lo crea, es en medio de una calle. A la doña le entraron ganas de retocarse las pestañas, y bueno, ahí se tiró a a darse un gustito.
Y por último, no podíamos dejar de agradecerles ellos, Santos y su sobrino, que nos premitieron dejar la Westy casi dos meses en un estacionamiento. Y tampoco nos vamos a olvidar de Alex, viajero mexicano que nos ayudó tanto en nuestra estadía en la cuidad.
Esperamos que no les haya molestado este desatino cronológico, pero como vieron, y más los que llegaron hasta acá, el DF es digno de verse.
¡La próxima sí, prometemos relatos de nuestras primeras andanzas en tierras estadounidenses!
Mapa del recorrido mexicano.
Veo que la visita de Frijol, sigue dando tela que cortar!!!
ResponderEliminarSiempre escuche que el DF era horrible, dan ganas de conocerlo
Abrazossssss
Lindo leerlos y viajar a veces con ustedes, saludos desde baires, seba gruden!!!
ResponderEliminarHola viajeros!!!A punto de viajar para México (D.F., Chiapas y Huatulco)queríamos saludarlos y agradecerles los datos que publicaron y los que agregaron, sobre ese país...Un afectuoso abrazo patagónico de Stella y Jorge (Villa La Angostura).
ResponderEliminarno me esperaba seguir apareciendo. aguante! los extraño.
ResponderEliminarbuenísimos los comentarios y fotos!!!! San La muerte de rosa y la doña retocándose las pestañas ( cejas??) geniales!!! bessooosssss
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHi Rio! hope you read this answer! it was beautiful to meet you and your friends! you had such a friendly way towards us, I really enjoyed sharing that moment with you! If you come to Argentina in the future, don t forget to write us! Hugs from your argentinean friends!
Eliminarhola chicos, natu spinelli nos paso su blog soy lucas, su primo. Estoy con mi companiera en south lake tahoe ahora y vamos a bajar en un par de meses... por donde andan ahora? nos gustaria seguir en contacto, vamos a hacer cuasi el mismo recorrido pero al reves! si siguen por aca cerca estaria bueno encontrarlos!! un abrazo pa los dos!
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